A veces, cuando uno se acuerda de las cosas del pasado,
las recuerda sin colores, pero llenas de olores,
como fotos en sepia o blanco y negro,
con ese olor a baúl añoso.
Cuando tomas las fotografías que tu mente guarda
y recorres momentos maravillosos, el tórax se abre
y no sé bien si por gusto o nostalgia, te partes por la mitad.
Guardo sólo las lindas fotografías,
las desenfocadas las quemo o las boto.
Guardalas todas, así cuando seas inmensamente feliz… verás cuantas fotos desenfocadas guardabas y hasta en esas mismas percibirás buenos aromas… 😀
Lo haré, sólo por recomendación tuya, supongo que has de saber la técnica de sacer lo bueno de lo malo XD TQM 🙂